miércoles, 1 de septiembre de 2010

Pintura: Alfons Mucha.

Alfons Mucha (1860-1939) nació en Ivancice (Moravia, Imperio Austríaco). Comenzó su carrera como pintor realizando los decorados para obras de teatro, trasladándose a Viena en 1879. Tras la quema en 1881 del negocio de sus empleadores regresó a Moravia. Allí el Conde Kart Khuen lo contrató para decorar los murales del castillo Hrusovany Emmahof. Quedó tan complacido con su trabajo que acordó apradinar al pintor y financiar sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Munich.


En 1887 se trasldó a París para proseguir con sus estudios. Su salto a la fama se produjo cuando realizó un cartel para la actriz Sarah Bernhardt y su Thêatre de la Rennaissance. El cartel apareció en los primeros días de enero de 1895 y causó tal sensación que la actriz lo contrató en exclusividad por un plazo de seis años. Durante ese período Mucha no sólo se ocupó de los carteles publicitarios, también de la escenografía y el vestuario de la compañía lo que le reportaría aún más fama.


El famoso joyero Georges Fouquet quedó tan impresionado por las recreaciones de joyas hechas por Mucha en sus carteles que creó una colección inspirada en su pintura para la Exposición Unviersal de París de 1900, con un aire oriental y bizantino.


 Entre 1906 y 1910 Mucha residió en Estados Unidos. Durante aquella época realizó numerosos carteles publicitarios, litografías, alfombras, diseños para joyería y otras obras, inaugurando un estilo que se conocería como Art Nouveau. No obstante, le hecho de que muchas de sus creaciones estuvieran destinadas a fines comerciales frustaba al artista. Él mismo alegó que no estaba reproduciendo ningún estilo en boga, sino que simplemente estaba creando arte.


Habiendo retornado a una Checoslovaquia ya independiente, se dedicó a lo que había sido el gran deseo de su vida: la Épica Eslava, una serie de gigantescas pinturas que narran la historia de los pueblos eslavos, y que fue entregada a la ciudad de Praga en 1928. Pero cuando su país fue invadido por los alemanes, fue arrestado, episodio del que nunca se recuperó, muriendo en 1939.


Durante su carrera se opuso a la revolución cubista, y nunca se centró en realizar obras que tuvieran como objeto ser colgadas en un museo. No obstante, el propio Mucha dijo que la única misión era transmitir un mensaje espiritual. Estas razones hicieron que durante largo tiempo fuera ignorado por los críticos. Su hijo Jiri Mucha puso especial interés en que la obra de su padre obtuviera un verdadero reconocimiento.

Webs de interés: http://alphonse-mucha-prints-posters.posteravatar.com/ y http://mucha.tyden.cz/

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